David, el pastor - Salmo 23

Recuerdo haber leído en algún libro que no es posible establecer cuando escribió David el Salmo 23. Me pareció un comentario acertado y cierto. Al repasar el relato de la vida de David podemos encontrar en cada matiz de su historia una pincelada del colorido salmo.Si leemos de David, el muchacho, escucharemos el arpa del pastorcito que suena confiada sin descuidar la vigilia, atento a las ovejas de su padre. Sabe que el mismo empeño que pone Dios en cuidar a los suyos, debe poner él en sus tareas. Jehová es su pastor, ¿cómo no ser entonces un pastor responsable y cuidadoso?

Si le vemos ya hecho un muchacho enfrentado al gigante Goliat, le notamos confiado no en sus fuerzas ni su destreza; más bien es un siervo animoso, celoso del nombre de su Dios: "Yo vengo ante ti en nombre del Dios de los escuadrones de Israel", le dice al gigante. Sabe que nada le faltará si confía en su Dios.

Cuando se transforma en un prófugo por voluntad de Dios y por el odio de Saúl, se vuelve también un líder preocupado por los suyos. Los lleva a tierras de pastos verdes, aunque tenga que transitar él mismo por desiertos y cuevas. Tendrá que esperar los delicados pastos y las aguas de reposo que Dios le ha prometido pero las asegura para los suyos y se entrega en las manos de Dios.

Ante su enemigo y teniendo la vida de éste en su mano, demuestra ser misericordioso como su Dios. No quiere tomar la venganza en sus manos. Sabe que será Jehová quien conforte su alma, quién le guíe por sendas de justicia por amor de su nombre.

En su madurez, ya rey de todo Israel, tropieza en la oscuridad de sus deseos cuando conoce a Bebsabé. En la vara y el callado encuentra aliento para ser sostenido a pesar de las dolorosas consecuencias.

Cualquiera de estos sucesos pueden haber traído al corazón de David las palabras del Salmo. No alcanzan estas líneas más que para hilvanar sus versos con su vida. Seguramente un cristiano que se ha entregado a Dios, podrá entretejer las palabras del Salmo del pastor con los actos diarios de fidelidad de Dios para con su vida.

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