Gracia que enseña

Tito 2.11

Hay oportunidades en que se aprenden palabras tan difíciles que no se sabe cuando se usarán. Eso es lo que me pasó con la palabra PROPEDÉUTICA. No sabía que su significado me ayudaría a conocer más al Dios de toda Gracia. Para entender mejor esta palabra la citaré en una frase: “El juego cumple una función propedéutica”. Dicho de forma que se entienda, significa que “El juego prepara para aprender mejor”. Es decir si enseñamos algunas cosas a través del juego estaremos preparando el camino para que se aprenda mejor.

En estos versículos el apóstol Pablo le enseña a Tito que la gracia de Dios cumple en nosotros una función propedéutica. Dicho de otro modo, la gracia de Dios nos prepara para aprender más y más de nuestro Salvador. Es por su gracia que podemos abrir la Biblia y comprender que nos quiere enseñar. Es por su gracia que aprendemos más y más a conocerle. Es por su gracia que vamos penetrando en la profundidad de su amor y llegamos a entender con nuestras mentes finitas la obra de Dios en nosotros.

El apóstol Juan, conocedor del corazón del Señor, nos dice al comenzar su evangelio que “de su plenitud tomamos todos y gracia sobre gracia” (San Juan 1:16) ¿Qué podríamos haber llegado a entender de los misterios de Dios si Él no se hubiera dignado revelarse en el Señor Jesucristo? ¿Acaso hubiera podido nuestra mente percibir con razonamientos la grandeza de Dios ? No, sino que de su gracia dependemos para esta grande empresa. No hay elegidos que entiendan o lleguen a conocer más a Dios que otros. Sólo la gracia de Dios es la que prepara nuestros corazones como el abono a la tierra poco fértil. Gracia sobre gracia va revelándose a nosotros el conocimiento de Dios.
Si el deseo de nuestro corazón es acercarnos más y más a Dios, Él derramará su gracia para preparar el terreno donde crecerá una vida de comunión y santidad, Él se deleitará en revelarse con más y más gracia delante de aquellos que confiados le buscan.