Guarda tu corazón

Por sobre todas las cosas que consideres importantes,
guarda tu corazón, es como una fuente de dónde brota la vida... 
(Paráfrasis libre)


El corazón, ese órgano vital... esa cavidad en el pecho, ese lugar en el alma capaz de sentir, de expresarse sin palabras, de hacerse notar.
Sin duda, al hablar del corazón lo hacemos metafóricamente. Se trata de nuestros sentimientos y emociones, tan difíciles de desentramar y tan fáciles de expresar... ¿Qué hay allí adentro, con qué se alimenta el corazón, cuántos laberínticos recovecos tiene? ¿Por qué se expresan tan atrozmente con gestos y acciones y enmudece cuando tiene que decir con palabras lo que le sucede?
Estas preguntas sin respuestas han acuciado por siglos al hombre. Por eso el proverbio antiguo nos aconseja: es más fácil protegerlo, cuidar lo que entra al corazón que luego arrepentirse dolorosamente de lo que sale irrefrenablemente de él...
Guardar el corazón es tomar conciencia de cuándo está expuesto a recibir cosas que quedarán acumuladas dentro del pecho. Es una tarea dificil, porque el corazón no conoce de explicaciones ni razones. Es fácil de engañar, es fácil de enredar, es frágil frente a las emociones y los sentimientos.
¡Cuántos corazones despedazados necesitan luego de un artesano sensible para que los repare! Un corazón roto no podrá ser fuente de vida, porque no puede contener nada hasta no ser reparado.
"Guarda tu corazón..."
"Guarda con exponer demasiado tu corazón..."
"Guarda. las emociones y los sentimientos a veces no pueden explicarse con palabras. A veces, es mejor proteger el corazón, esa metáfora interior que nos permite sentir que estamos vivos..."

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